Era un pastor que tenía un rebaño de ovejas, pero no tenía un macho para ‘cubrirlas’. Le comenta su problema a un colega y éste le dice:– No pasa nada. Llévatelas al monte y las cubres tú mismo.Si al día siguiente se ponen al sol es que están preñadas y si se ponen a la sombra vuelves a intentarlo.El pastor sube a las ovejas a la furgonetilla, se las lleva al monte y… ¡¡¡ale!!!A la mañana siguiente se despierta y pregunta a su mujer:– Maríaaa, ¿las ovejas están al sol o a la sombra?– Están a la sombra – contesta la mujer.El pastor vuelve a subir a las ovejas a la furgoneta y repite la operación.A la mañana siguiente:– Maríaaa, ¿las ovejas están al sol o a la sombra?– Están a la sombra – contesta la mujer.El pastor vuelve a cargar sus ovejas en la furgoneta, y así sucesivamente durante varios días, hasta que una mañana:– Maríaaa, ¿las ovejas están al sol o a la sombra?– Ni al sol ni a la sombra, desde las 6 de la mañana están todas subidas en la furgoneta tocando el claxon…