
Un hombre llega a la farmacia en el preciso momento en que el farmacéutico iba a cerrarla ya que tiene prisa para llegar al tren.
 – ¿Qué deseaba? -le pregunta.
 – Sólo quería algo para sudar.
 – Aja… Tome estas dos maletas y acompáñeme con ellas hasta la estación. ¡Deprisa!